Todo lo que tienes que hacer es enseñar tu trabajo.
Todo empieza con una idea.
Este es el primero de muchos apuntes en los que quiero compartir ideas, aprendizajes y proyectos con ustedes. No sé quién está leyendo esto ni cómo llegó hasta aquí, pero quiero dejar claro desde el inicio que mi única intención es mostrar lo que voy descubriendo y que, de alguna manera, pueda aportar valor o ser de ayuda a los demás.
El título de este primer apunte lo tomé del libro Show Your Work: Aprende a promocionar tu trabajo, de Austin Kleon. Tras leerlo un par de veces, hay una idea que resonó profundamente conmigo y que, de hecho, es una de las razones por las que hoy me animé a escribir y compartir este espacio.
“Da lo que tienes. Para algunos, eso puede ser mucho más de lo que imaginas.” —Henry Wadsworth
Un verdadero artista es aquel que comparte sus ideas.
Cada persona acumula experiencias, vivencias y aprendizajes únicos a lo largo de su vida. Sin importar de dónde vengamos, siempre tenemos algo que compartir y que puede aportar valor a otros. Sin embargo, muchas veces no reconocemos el verdadero peso de esos aprendizajes y dudamos en mostrarlos. Esto es comprensible: exponer nuestras ideas o nuestro trabajo no siempre es fácil; el mundo puede ser crítico y exigente. Aun así, vale la pena intentarlo.
La vida está llena de intentos y fracasos, pero justamente de eso se trata: de arriesgarse, lanzarse y aprender en el camino. Se trata de soltar el pasado, enfocarse en las metas y sueños, y trabajar con dedicación para alcanzarlos. Al final, lo único seguro en esta vida es la muerte; por eso debemos valorar el presente sin obsesionarnos con el futuro. Hay que disfrutar los momentos que tenemos frente a nosotros y no perdernos de las bendiciones que ya hemos recibido.
“Eso es lo que somos todos: amateurs; nadie vive lo suficiente para ser otra cosa.” —Charles Chaplin
Pero, ¿qué significa realmente ser un amateur?
El libro explica que los amateurs son aquellos que trabajan con entusiasmo y pasión, sin necesidad de ser expertos ni perseguir fama, dinero o reconocimiento. Esa actitud les da una ventaja frente a los especialistas: tienen poco que perder y mucho por explorar. Alguien que empieza en un tema busca probar, experimentar y compartir sus resultados, sin miedo a equivocarse. Muchas veces, esa frescura permite descubrir caminos que un profesional, limitado por métodos rígidos, podría pasar por alto.
El amateur no teme equivocarse, porque su verdadero objetivo es aprender y avanzar hacia lo que desea. Incluso el acto creativo más pequeño sigue siendo un acto creativo. Aunque exista una gran diferencia entre lo mediocre y lo excelente, la mediocridad puede transformarse en calidad con pequeños pasos constantes. Al final, el verdadero salto está entre no hacer nada y atreverse a hacer algo: quien no arriesga, tampoco gana.
Para cerrar, quiero compartirles el enlace del libro por si se animan a leerlo. Y, sobre todo, darles las gracias por acompañarme en este primer apunte. Espero sinceramente que algo de lo que aquí compartí pueda serles útil.
https://www.buscalibre.com.co/libro-aprende-a-promocionar-tu-trabajo/9788425228858/p/47293570